Topcomunicación ha publicado la reflexión que realicé a instancias del Rectorado de la Universidad Complutense sobre cómo afectará la pandemia a los distintos ámbitos de conocimiento, y en mi caso en representación de la Facultad de Ciencias de la Información que integra docencia e investigación en los ámbitos del periodismo, publicidad y RRPP y Comunicación Audiovisual.
En cuanto a comunicación persuasiva, sin duda, la crisis del Covid-19 constituirá todo un caso de estudio de la historia de la comunicación de crisis. La incertidumbre ha subrayado un principio de la gestión de la reputación, y es que, tan importante es tomar decisiones, los hechos y el comportamiento, como la comunicación adecuada de los mismos. E igualmente, nos recuerda que no es tan relevante el origen de un problema como la gestión adecuada en términos de comunicación del una situación de crisis. Los principios básicos de transparencia, agilidad y empatía, han sido y serán cada vez más relevantes en el futuro. Por contra, las malas artes como el astroturfing o las campañas persuasivas de desinformación se han extendido.
En este contexto, desde el punto de vista del periodismo, hacer frente a la infoxicación, la sobredosis de contenidos y de bulos, la profesión se enfrenta a la escasez de medios y a la competencia feroz de la dictadura del clic. Más que nunca necesitamos un periodismo independiente de verdad, para lo que será necesario también hacer pedagogía en la sociedad sobre el valor de la información y de los periodistas, como elemento garante de control en la democracia y de defensa de las libertades y derechos de todos los ciudadanos en el siglo XXI.
Hemos puesto en marcha nuevas formas de comunicarnos durante el confinamiento, y la transformación digital se ha impuesto dados los acontecimientos entre los sectores más rezagados. Debemos prepararnos para nuevas situaciones como esta en lo sucesivo, donde todo irremediablemente va a ser más digital, y de nosotros dependerá aprender o volver a las andadas.